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Rafael Obligado


Biografía de Rafael Obligado
1851 - 1920





La vida de Rafael Obligado puede resumirse en líneas brevísimas. Casi diríamos que, como poeta, vivió hacia adentro, hacia sí mismo, con una tensión concentrada que no se tradujo en una actividad exterior ni en quehaceres públicos. Nació en Buenos Aires en 1851 - El mismo año en que moría en Montevideo, Esteban Echeverría. Transcurrió buena parte de su infancia en la estancia paterna de Vuelta de Obligado, sobre el Paraná y frente a la pampa, inmerso en la naturaleza que cantará más tarde nostálgicamente. Va reuniendo así los recuerdos que más tarde habitarán su poesía.
Alrededor de 1858 regresa a Buenos Aires. Son los últimos años de la niñez y los primeros de la adolescencia, que pasan para él entre las paredes del Colegio Nacional. Luego la Universidad, con sus disciplinas tradicionales: las leyes, donde no llega a doctorarse. La poesía comienza tempranamente a ser su preocupación fundamental. Nada puede inquietarlo desde otros ámbitos, pues la fortuna paterna asegura su bienestar. Escribe, suponemos que dentro ya de la línea temática que perdurará en la poesía posterior; por ejemplo en "Autobiografía":


Cuando en la Vuelta de Obligado un día
tras larga ausencia me dejó un vapor,
en torrente vivaz la poesía,
ciega, imperiosa, por mi ser cundió.



Sus primeros versos, según parece, fueron muy criticados, Carlos Obligado afirma: "La mayor parte de su haber (en ese entonces) se reduce a versos incoloros, o laboriosamente sentimentales, o resonantes a hueco; fruto de la retórica romántico hispanoamericana que hacía estragos a la sazón".
Son años en los que se tejen grandes proyectos: en 1873 se funda la Academia Argentina de Ciencias y letras, en la que Obligado actúa con preponderancia. Muchas de las reuniones se realizan en su casa. Las reuniones de la Academia se prolongan y continúan en los famosos sábados de Obligado. Allí leyó Obligado sus "Leyendas argentinas" y se criticó exhaustivamente su poema "El cacuí", que incluyera Groussac en La Biblioteca. Lo fundamental de la obra de Obligado está en las Poesías de 1885, aunque se complete luego en el ciclo de las "Leyendas argentinas" y se agreguen algunos poemas líricos.
Por otra parte, no lo atraen ni la política ni los viajes. Los del 80 fueron viajeros, embajadores y diputados: Obligado se sustrae a esa característica generacional y no abandona nunca la Argentina.
Por su profundo nacionalismo literario y sentimental se regocija con la creación, en 1913, de la cátedra de Literatura Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras, de la cual, y desde 1896, era consejero y examinador.








Obras
En "El hogar paterno", "En la ribera", "Primavera", "Nido de boyeros", el paisaje es una constante. El Paraná, las islas, su flora, son presencias reiteradas en Obligado.
"En la ribera" es quizá el poema donde Obligado realiza en su forma más estricta y lograda el paralelismo mujer- naturaleza.
"Santos Vega" es el poema más perfecto de entre las "Leyendas argentinas"; Obligado está en el ámbito que es más natural a su poesía: la pampa. 
Es importante situar a Obligado como poeta culto frente a la corriente de poesía gauchesca.
Si vamos al poema es esto lo primero que se nos presenta como obvio: un tema tradicional, un mito de la pampa cuyo héroe es un gaucho payador famoso, cuyos elementos son ya folklóricos, elaborados por un poeta culto que se adhiere sentimentalmente a las resonancias de la leyenda, que precede a través de ella a una serie de simbolizaciones, que practica en su estructura la dicotomía pasado- presente y le da un desenlace.
Santos Vega pierde dimensión costumbrista en la medida en que se va convirtiendo en símbolo de ciertas ideas.
Cuatro son los cantos del poema, escrito en décimas, estrofa tradicional en el folklore bonaerense e incorporada ya a la poesía culta. 
"El alma del payador" es el primero y establece una distancia temporal con la materia de los cantos que le siguen.
En el canto II, "La prenda del payador", expresa la melancolía inevitable del amor romántico, ficción idealizada de la relación amorosa, tipificación que proviene de una actitud determinada frente a los sentimientos.
Sin embargo el canto III es de movimiento y de lucha. "El himno del payador" comienza con perfiles más precisos. Obligado inserta un plano costumbrista: la descripción de una partida de pato; y logra un pequeño cuadro rico en dinamismo, donde destaca la realidad pampeana, la destreza casi salvaje.
El cantor ya había justificado y ennoblecido su fama con el compromiso por la libertad; su ciclo de hazañas puede terminar, para volver sólo como presencia después de su muerte. El himno de la revolución y de la lucha pertenecen a un momento preciso y concluido.
Obligado no dio soluciones sino interpretaciones poéticas de esa realidad: su mundo poético actuaba libremente en el mito y la leyenda; perdería coherencia interna y literaria si le exigiéramos la coherencia ideológica de las opciones concretas, que el poeta no realizó en ningún plano.